He querido estar presente en el ciberespacio, para recordarles que
como mapuches aún existimos, que todavía rendimos culto (Ngillatun) al Dios
único Gnechen, padre de nuestro pueblo y de todos los hombres de buena voluntad
y que nuestra religión es quizás la única religión que enseña libertad, enseña
que debemos ser hombres de rectitud y de honor, enseña dignidad, enseña que, por ser dignos, no debemos tener
intermediarios para conversar con nuestro Dios padre y pedirle lo que nos haga
falta.
De alguna manera, como pueblo, hemos sobrevivido al exterminio y a
las ambiciones de los que se creen “civilizados”, de moral hipócrita. Hemos
sobrevivido al genocidio de los herederos del colonialismo español. Mis
antepasados vivían indistintamente tanto en la Patagonia (al sur del río
Negro, hoy anexada a Argentina), como
al sur del río Bío-Bío en Chile. Sin embargo, en Argentina, por muchos años, la
política oficial fue la de ignorar la existencia de mapuches en la Patagonia y
poder hacer así una guerra de exterminio, un genocidio silencioso para los
oídos de la civilización.
En fin, ya habrá tiempo de para buscar,
pedir y aportar antecedentes a la historia verdadera de mi pueblo, los mapuches.
Mi nombre: Eleaser A. Millaleo B.
e-mail: mailto:emillaleo@tutopia.com