Historia
del Canto Mapuche.
El canto sagrado y el
canto profano
mapuche.
Entre las dos clases
de canto mapuche distinguidas por Lucía Golluscio, a saber
tayïl
o canto religioso
e
ïl
(ïlkantun)
o canto profano (1984: 105-108), el
tayïl ha tenido las
mejores posibilidades de conservar sus rasgos genuinos hasta hoy día.
Es el canto de la machi, que ocurre en estrecha relación con
las ceremonias rituales y depende en gran medida de ellas. Porque tiene como
finalidad la relación con lo trascendente, son limitadas la
improvisación y la creación personal. La transmisión
del
tayïl
es cerrada: se realiza de machi a
machi, de las ancianas a las más jóvenes. Golluscio
dice que el canto religioso se caracteriza por su tono penoso muchas
veces suena como un lamento y por su estructura arcaica.
Los
ïlkantun,
por contrario, tienen una función sobre
todo recreativa, lo que permite una gran cuota de improvisación y
creatividad individual. Muchas de estas canciones, que pueden ser cantadas
por cualquier mapuche, son creadas por los mismos cantores de manera
espontánea para, por ejemplo, manifestar sentimientos de agradecimiento,
pena o alegría, o simplemente para contar una historia. Porque tienen
menos restricciones y más flexibilidad, los
ïlkantun
son más sensibles a influencias externas
y al cambio que los
tayïl
(Golluscio 1984: 106,
108).
Este texto es parte
de:
La poesía
mapuche: expresiones de
identidad
J.A.
Moens
Agosto 1999
Tesis de licenciatura
Supervisor: Prof. Dr. F. Lasarte
Dpto. Lingüística y Literatura Hispánicas
Universidad de Utrecht.
Nota: He incluído este texto para ejemplificar que aún hoy, los winkas no logran aprehender algo tan simple en la cultura mapuche, como es el canto y su origen. Siendo ambos cantos manifestaciones del espíritu mapuche, el contexto en donde se desarrollan es lo único que los separa, no obstante, doy una clave para comprender el tayïlkantun : es necesario primero conocer el estado de religiosidad que lo inspira (llellipun, ngillatun, mañuntun, amomarintun, dungunpeun, etc.).